Dr. Alonso Fernández González


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A la edad de 47 años, Alonso Fernández González se convirtió en el primer rector de la Unidad Iztapalapa, siendo ya un destacado científico que, en el momento de su designación, dirigía el Instituto de Física de la UNAM y presidía la Academia de la Investigación Científica, la misma que lo había premiado por su trabajo antes de cumplir los 40 años.

Alonso Fernández egresó de la Licenciatura en Ingeniería por la Escuela Superior de Ingeniería Mecánica y Eléctrica del IPN (ESIME) y realizó sus estudios de posgrado en el California Institute of Technology de Estados Unidos y en la Universidad de Manchester, en Inglaterra, donde también obtuvo el postdoctorado por la Universidad de Reading.

 
De vuelta a México, se incorporó al Instituto de Física donde desarrolló estudios pioneros en los campos del crecimiento de cristales y de la teorización de los fenómenos cristalinos, lo que valió la invitación a colaborar con la entonces Comisión Nacional de Energía Nuclear, órgano gubernamental encargado del control, vigilancia, coordinación, fomento, realización de la exploración y explotación de materiales atómicos. Asimismo, destacó por formar a numerosos especialistas en física, ingeniería y arquitectura, e impulsar la creación de varios grupos de investigación.

A lo largo de su trayectoria también participó en la creación de instituciones educativas y científicas, teniendo la firme convicción de que éstas debían formar a individuos integrales, inmersos en la ciencia y la cultura, y capaces de desarrollar investigación de alto nivel. La UAM Iztapalapa, la primera unidad en provincia (Mérida) del Centro de Investigación y de Estudios Avanzados (Cinvestav), el Departamento de Medicina Nuclear del Centro de Investigaciones Regionales de la Universidad de Yucatán y el Centro Interdisciplinario de Investigación para el Desarrollo Integral Regional, Unidad Oaxaca, del IPN, son, en este sentido, sus más grandes contribuciones.

Durante su gestión como rector de la Unidad Iztapalapa se organizaron las divisiones, departamentos, coordinaciones administrativas, cuerpo académico y planes de estudio que habrían de llevar a cabo el objeto con el que fue creada la UAM. Asimismo, supervisó las obras de construcción de los edificios y de los espacios complementarios, la compra de equipos y el funcionamiento de los servicios a la comunidad como el médico y el bibliotecario. Por último, implementó una serie de actividades deportivas, artísticas y recreativas que fueron concebidas como complementarias a la formación profesional de los estudiantes, a fin de desarrollar en ellas aptitudes, hábitos y habilidades benéficos para su salud, su desempeño escolar y su posterior desenvolvimiento laboral.

Toda esta enorme labor a la que dedicó gran parte de su vida, le mereció diversos reconocimientos, entre los que se puede mencionar el Premio de Ciencias “Elías Sourasky” en 1976, el Premio a la Investigación 1992 del Instituto Politécnico Nacional (IPN), y los doctorados Honoris Causa por la UAM en 1995 y por la Universidad de New Brunswick, Canadá, en 2003.

El 20 de febrero de 2013, la UAM Iztapalapa le rindió un emotivo homenaje en el que participaron notables personalidades de nuestra institución como el Dr. Enrique Fernández Fassnacht, entonces Rector General; el Dr. Carlos Beyer, primer director de la División de Ciencias Biológicas y de la Salud de la Unidad, y el Dr. Julio Rubio Oca, Rector de la Unidad entre 1990 y 1993. Además, se realizó la exposición titulada “La alegría de vivir”, integrada con 15 piezas escultóricas realizadas por el propio Alonso Fernández, cuya “fecunda y prodigiosa mente” se apagó un año después, el 19 de febrero de 2014, a los 86 años de edad.