La misión de la UAM, desde su fundación en 1974, ha sido contribuir al desarrollo del país mediante la formación de la juventud mexicana; la generación de conocimiento con su actividad de investigación en las ciencias, la tecnología y las humanidades; la difusión y preservación de la cultura. Somos una universidad pública que incide así en la solución de los problemas nacionales, tratando de beneficiar, en especial, a las comunidades y grupos que más lo requieren. Para esto, nos comprometemos con la defensa de los derechos universitarios, la equidad de género, la inclusión y el cuidado del planeta.

La UAM es una universidad pública descentralizada, constituida por una Rectoría General y cinco unidades académicas: Azcapotzalco, Cuajimalpa, Iztapalapa, Lerma y Xochimilco. Cada Unidad está organizada en Divisiones y Departamentos Académicos, que desarrollan actividades de docencia e investigación en diferentes áreas del conocimiento.

La Universidad Autónoma Metropolitana mantiene una intensa actividad científica, humanística y cultural, cuyo propósito fundamental es ofrecer programas de licenciatura, maestría, doctorado y cursos de especialización, bajo un mismo denominador: la excelencia académica.

La excelencia académica en la UAM se basa en el modelo departamental, cuyas características son el desarrollo de proyectos de investigación de alta calidad y la docencia impartida por especialistas en cada uno de los campos del conocimiento contenidos en los programas académicos.

En la UAM contamos con características que nos distinguen de otras instituciones. La planta académica está conformada principalmente por profesoras y profesores de tiempo completo, a quienes encontrarán en la Unidad en los laboratorios, cubículos y espacios de convivencia académica, a unos cuantos pasos de distancia. Esto les brinda la posibilidad de interactuar, no sólo con expertos en el campo que están estudiando, sino con especialistas y estudiantes de muchas otras disciplinas.

El arquitecto mexicano Pedro Ramírez Vázquez, primer Rector General de la UAM en 1974, diseñó y reglamentó el emblema institucional que, junto con el lema “Casa abierta al tiempo”, conforman el logotipo institucional; símbolo de identidad y orgullo de la comunidad universitaria.

 

La representación gráfica del emblema institucional retoma la figura que identifica a una pirámide, por ser ésta la construcción tradicional y de identidad de las culturas autóctonas.

 

Cuando se fundó esta casa de estudios se pensó en una Universidad “abierta al tiempo”; al tiempo cronológico y al actual como una institución receptiva, abierta a las nuevas ideas y a los impactos que éstas deben generar; abierta a las corrientes del pensamiento, a los nuevos descubrimientos y a las diversas formas de concebir el mundo, pero sin olvidar ni soslayar las raíces de las que proviene.

 

El emblema representa a una institución moderna, flexible y sólida, basada en tradiciones propias; abierta al tiempo, pero fincada en sus raíces, sin las cuales sería imposible existir.

 

En los trazos del emblema se encuentran las letras “U”, “A” y “M” entrelazadas, lo que expresa la interdisciplina, que evita la visión estrecha y limitada en las áreas del conocimiento y busca la relación entre los diversos campos disciplinarios.