Dr. Fernando Salmerón Roiz


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En 1978, Fernando Salmerón Roiz se convirtió en el segundo Rector de la Unidad Iztapalapa, cargo que dejó dos años después cuando fue designado Rector General de la UAM.

Salmerón Roiz era originario de Córdoba, Veracruz. Se graduó como Licenciado en Derecho por la Universidad Veracruzana y como Maestro y Doctor en Filosofía por la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM). Realizó numerosos aportes y publicaciones en el campo de la ética, la historia de la filosofía y la filosofía de la educación, que le valieron su ingreso a El Colegio Nacional en 1972 y su posterior nombramiento como Investigador Nacional Nivel III del Sistema Nacional de Investigadores. 
En el campo de la administración educativa desarrolló una notable trayectoria al desempeñarse como Director de la Facultad de Filosofía y Letras, Secretario General y Rector de la Universidad Veracruzana, Director General de Enseñanza Superior e Investigación Científica en la Secretaria de Educación Pública (SEP), y Director del Centro de Estudios Filosóficos de la UNAM (hoy Instituto de Investigaciones Filosóficas).

Posterior a su paso por la UAM, fue miembro de la Junta de Gobierno de la UNAM y de la Academia Mexicana de la Lengua, además de que fue investido como investigador emérito tanto del Instituto de Investigaciones Filosóficas de la UNAM, en 1993, como del SNI, en 1995. También recibió el Doctorado Honoris Causa por la Universidad Veracruzana en 1980, el Premio Universidad Nacional en Investigación en Humanidades y el Premio Nacional de Ciencias y Artes en Historia, Ciencias Sociales y Filosofía, ambos en 1993.

Los ideales de libertad y democracia orientaron la trayectoria profesional del destacado filósofo, quien, al igual que su antecesor, estaba convencido de la importancia que tenía vincular la academia y la investigación con los problemas reales que aquejaban a la sociedad mexicana e innovar la educación superior para poder hacerles frente, entendiendo que “si se quiere que los profesores sean realmente capaces de transmitir conocimientos vivos, han de practicar la investigación; pero si se quiere que los investigadores no se pierdan en los aspectos rutinarios de la disciplina, sino que mantengan despierta su imaginación y sus aptitudes críticas, han de estar en permanente comunicación intelectual con los jóvenes capaces de aprender”.

El Dr. Salmerón falleció en la Ciudad de México el 31 de mayo de 1997. Un año después, el Centro de Estudios Filosóficos, Políticos y Sociales “Vicente Lombardo Toledano” inauguró en su honor la Sala de Historia y Filosofía de la Ciencia, la cual alberga colecciones, libros y revistas, microfilms, archivos digitales y ediciones facsimilares en torno a estas áreas de conocimiento.